viernes, 13 de enero de 2012

#RelatosSexosos





      Después de nuestra sesión de dirty talk en Messenger (de la cual hablaré en otra ocasión), decidimos volvernos a ver, pero esta vez para tomar un café.

    Cuando llegaste al lugar acordado, mi respiración se interrumpió un segundo, simplemente sentí que el momento se detenía, que las personas simplemente desaparecían a nuestro alrededor.  Fue hasta el momento en que el mesero me preguntó si ya íbamos a ordenar.

    Tú ordenaste un capuccino y yo un expresso doble cortado, además de gustarme esa bebida quise impresionarte. Entre recordar que desde hace algunos años nos conocíamos y que en la Universidad nuestros caminos nos llevaron por caminos diferentes, llegamos a la conclusión que desde ahí sentíamos atracción uno por el otro, pero debido a que nos encontrábamos cada uno con su respectiva pareja nunca hubo ese tipo de acercamiento, sino hasta ahora que ambos nos encontrábamos sin algún compromiso.

    Una cosa nos llevó a otra, al inicio recargabas tu mejilla en mi hombro, pero poco a poco fui rodeándote hasta conseguir que tus labios se juntaran con los míos, ahora mi brazo rozaba ligeramente tus pechos, que solo de imaginarlos hacía que mi imaginación nos transportara hacia otro sitio.

    Concluyó nuestra charla y empezaba a oscurecer, debido a que estábamos cerca de mi oficina, te pedí que me permitieras pasar a recoger algunas cosas que había olvidado. Al llegar al edificio simplemente encontramos al portero del edificio que acostumbrado a vernos entrar con distintos clientes no reparó en nosotros.

    Al entrar en las oficinas estaba todo apagado, por lo que mi corazón se aceleró al saber que estaríamos solos en ese lugar, nunca había estado en esa oficina con alguien ya que llevaba poco tiempo de haber ingresado a trabajar ahí. Le di un breve recorrido por la oficina, en ese tiempo aún no se instalaban las cámaras de seguridad que se tienen ahora.

     Al llegar hasta mi oficina no puede evitar entrar detrás de ella, abrí ligeramente la puerta, pero al atorarse un poco, tropecé con ella y eso provocó que mi pecho se juntara a su espalda y ella sintiera lo excitado que estaba empezando a sentirme, creí que se incomodaría por esa situación pero mi sorpresa fue al ver en su rostro una sonrisa coqueta, junto con un una ligera mordida en tu labio.

     Después de darme cuenta de tu ruborizado rostro, no pude evitar que mis manos no te dejaran moverte, te acerqué hacia a mí, una de mis manos empezó a recorrer tu abdomen, mientras que la otra retiraba el cabello que se encontraba cubriendo tu cuello para poder besarlo, en ese momento tu respiración se empezó a volver entre cortada.

    Mis manos pasaron por debajo de tu suéter, por lo que me di cuenta que debajo llevabas una ligera blusa que fue fácil levantar, por lo que me aventuré a subir mis manos hasta tus pechos, los cuales estaban debajo de un sostén con broche al frente, ahora veo que ese día los dos queríamos los mismo.

   Mientras mis manos exploraban tus pechos y sentían como tus pezones estaban muy duros queriendo salir de ese sostén, tus manos no se quedaban quitas, buscando primero mis glúteos y llevándolas hacia el frente de m pantalón, donde mi pene realmente quería ser tocado. Al sentirlo te diste cuenta cuánto me excitabas, eso solamente provocó que mi respiración se agitara aún más, por lo que te volteé frente a mí y te tomé de la cintura para levantar tu suéter y después tu blusa, para simplemente quedarás con tu sostén, el cual ya habían sido abierto anteriormente.

    Al verlos me di cuenta que eran un poco más grandes de lo que me imaginé y tu pezón de color rosado combinaba perfectamente con lo blanco de tu piel, acerqué mis labios a los tuyos, para sentirlos así, al mismo tiempo que tus manos ahora desabrochaban mi camisa y desanudaban mi corbata. Mis labios bajaron a tu cuello y luego a tu pecho, solamente quería probar esos pezones que en ese momento estaba completamente erectos. Al llegar a ellos, mi lengua los recorrió a su alrededor de su pezón, dando pequeños besos a los costados, mis manos los tomaban entre ellos y luego iban hacia tu espalda, era tanto lo que quería conocer de ti, que en momentos se volvían un poco torpes.

   Poco a poco tus manos fueron llevando a la hebilla de mi cinturón y desabrochando mi pantalón, al bajar el cierre mi pene no pudo esperar más y salió ligeramente, tus manos lo tomaron por encima de mi ropa interior, para tocarlo poco a poco, tus dedos al recorrerlo sintieron como iba creciendo un poco más por mi excitación. Mis labios seguían ocupados en tus pezones, eran deliciosos y sentirlos cada vez era más placentero.

   Fuiste bajando mi ropa interior y sacaste mi pene, mientras tus manos lo recorrían desde la punta hasta la base, rozando ligeramente mis testículos, me pediste que te dejara sentar en mi silla a lo cual accedí, quería complacerte en todo lo que me estuviera a mi alcance en ese momento.

   Te sentaste y me pediste que me acercara a ti, yo quería seguirte consintiendo pero en ese momento yo fui el afortunado, observaste mi pene, lo tomaste en entre tus manos y empezaste a besar mi abdomen, fuiste bajando tus besos hasta llegar a la punta de mi pene, pasaste tu lengua ligeramente por la punta, mientras tus labios empezaban a probarlo. Mis manos acariciaban tu cabello y tus pechos, mientras tu boca absorbía lentamente mi pene, era una sensación extraordinaria, me encantaba pero no quería acelerar lo que estaba sintiendo en ese momento.

  Ahora te pedí que te levantaras y me puse frente a ti, empecé a besarte, empezando por tu boca, bajando a tu cuello, continuando por tus pechos y tu abdomen, mientras mis manos desabrochaban tus jeans, los fui bajando lentamente para descubrir una ropa interior color negra de encaje, así como el olor a tu feminidad, el cual instantáneamente me terminó por conquistar.

  Terminé de bajar tu ropa interior y quitar tu pantalón, para poder hincarme frente a ti y seguir besándote, abrí ligeramente tus piernas para empezar a besar tu entrepierna e intentar llegar a la entrada de tu vagina; me ayudaste abriendo un poco más tus piernas y mis labios llegaron a la entrada  de tu vagina, mi lengua sintió al instante tu clítoris que en ese momento se encontraba excitado, lo fui recorriendo lentamente con mi lengua, tu sabor hacía que me excitara aún más, por lo que la fui introduciendo un poco dentro de tu vagina.

  Después de estar recorriéndote con mis labios y lengua, me levanté y me puse frente a ti, te sentaste en mi escritorio y abriste un poco las piernas, me acerqué más a ti para poder besarte mientras con tus manos tomabas mi pene y lo llevabas a la entrada de tu vagina, en ese momento estabas muy mojada lo que ayudó a que pudiera entrar en ti con mayor facilidad.

   Cuando sentiste entrar mi pene no pudiste evitar soltar un ligero gemido, que provocó que mi excitación fuera aún mayor. Entraba y salía poco a poco, mientras que tus piernas me abrazaban para jalarme hacia ti y pudieras sentirme completamente. Ahora estaba más dentro de ti y salía, no quería dejar de hacerlo, por lo que te levanté, tus brazos rodearon mi cuello y mis manos te tomaron de los glúteos para levantarte mejor. Ahora el vaivén era más cómodo y más excitante. Un poco más profundo y más rápido, por lo que tu respiración se aceleraba más y lanzabas ligeros gemidos que provocaban que mi excitación todavía fuera mayor.

    Sentía que todo el tiempo se había detenido, no me importaba que en ese momento fuera sorprendido, solamente quería estar contigo haciendo el amor, que me sintieras y sentirte. Así estuvimos un rato, hasta que empezamos a sentir que el orgasmo estaba a punto de llegar, no sé si era la excitación que sentíamos en ese momento o nos sincronizamos y eso provocó que lográramos venirnos al mismo tiempo. Aún y cuando habíamos terminado simplemente no queríamos separarnos, yo quería sentir tu cuerpo y aprovechar todo el tiempo posible de esa forma.

 Cuando por fin nos separamos y nos vestimos, yo no podía evitar voltear y ver cómo te vestías, eso realmente me excitaba. Como ya era tarde quedamos en repetir eso una vez más.

  Gracias a www.twitter.com/@chilango0876 



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